Sinaloa atraviesa su racha más violenta del año con 41 muertos en seis días
Con al menos 41 muertos en los últimos seis días, Sinaloa atraviesa una de las rachas más violentas del año. Esta escalada se desató tras la muerte de Luis Ezequiel Rubio Rodríguez, alias “El Morral”, jefe operativo de la facción de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa, y la detención de seis de sus operadores más cercanos. En lo que va del año, la violencia ha dejado más de 2 mil homicidios dolosos en la entidad; sólo en octubre se contabilizan 128 asesinatos.
El 20 de octubre comenzó la ola de violencia con un operativo federal en el sector Tres Ríos, en Culiacán, donde fuerzas de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y Fiscalía General de la República se enfrentaron con una célula armada. Durante el despliegue, las autoridades aseguraron cinco armas largas, una subametralladora, dos armas cortas, 12 cargadores, 150 cartuchos útiles y tres vehículos.
De acuerdo con el gabinete de Seguridad federal y la fiscalía general estatal, el 20 de octubre se reportaron dos homicidios; el 21, ocho; el 22 ocurrieron otros 11 asesinatos, la mayoría en Culiacán y Navolato; el 23, tres más; el 24, ocho; y el 25, cuatro asesinatos adicionales. A estos hechos se suman tres civiles abatidos el 26 de octubre durante un enfrentamiento con la Marina en el Ejido Las Tres Gotas de Agua, en Eldorado, así como el hallazgo de un cuerpo en la sindicatura de Culiacancito, en Culiacán.
Esta ola de sangre es resultado de la narcoguerra que “Los Chapitos” iniciaron hace más de un año frente a “Los Mayos”, cuyos líderes, incluido Ismael “Mayo” Zambada, han sido detenidos en distintas ocasiones. La muerte de “El Morral”, considerado un enlace entre operadores menores y jefes de plaza, reactivó la guerra interna dentro del Cártel de Sinaloa.
Entre los detenidos más recientes se encuentran José Manuel Álvarez García, alias “Mono Canelo”, y Juan Carlos Dorantes Meza, “Chango”, ambos con historial criminal y cercanos a Rubio Rodríguez. “El Morral” encabezaba un grupo operativo encargado de ataques a células rivales y resguardo de casas de seguridad. Su nombre apareció en una narcomanta en abril de 2025, donde se le atribuía la masacre en un anexo de rehabilitación, y ya había sido detenido en diciembre de 2024 por posesión de armas largas y vehículos blindados, aunque recuperó su libertad semanas después.
Durante el pasado fin de semana, la violencia no cedió. En Culiacán, sujetos armados irrumpieron en una funeraria de la colonia Guadalupe, rafagueando el inmueble y a las personas que se encontraban afuera. Una mujer de 68 años resultó lesionada y un hombre perdió la vida.
En el ejido Tres Gotas de Agua, en la sindicatura de Leopoldo Sánchez Celis, se registró un enfrentamiento entre grupos armados y elementos de la Marina, con un saldo de dos civiles abatidos y vehículos asegurados. Entre las víctimas colaterales figuró un hombre de 57 años, pasajero de un camión urbano de la ruta Infonavit Solidaridad, alcanzado por las balas durante la refriega en la salida norte de Culiacán.
La Fiscalía General del Estado reportó la localización de cinco personas asesinadas en distintas colonias de Culiacán: Esthela Ortiz, Centro y Felipe Ángeles; así como una más en La Higuerita, Culiacancito, y otra entre los ejidos El Alhuate y La Reforma, sindicatura de Costa Rica. En el municipio de Elota, se encontró a una persona sin vida en la comunidad de Pueblo Nuevo.
Con estas cifras y hechos recientes, Sinaloa enfrenta una de sus etapas más violentas de los últimos años, donde los enfrentamientos entre cárteles, operativos federales y ataques indiscriminados han dejado un saldo de víctimas que refleja que las autoridades han sido superadas, además de una falta de capacidad y planeación antes este tipo de hechos violentos.