Ultraderechista Kast y comunista Jara se disputan la presidencia de Chile en segunda vuelta
La candidata del oficialismo chileno, Jeannette Jara (Unidad por Chile, centroizquierda), y el abanderado de la ultraderecha, José Antonio Kast (Partido Republicano), se medirán este domingo 14 de diciembre en la elección presidencial de segunda vuelta, y todas las encuestas indican que el opositor será quien se quede con máximo cargo del país.
Los expertos coinciden en que Kast logró dar con la tecla correcta durante su campaña, al enfocarse en temas como el combate contra la delincuencia, el crimen organizado y la migración irregular, siendo estos los asuntos que más preocupan a los chilenos en la actualidad.
El candidato, que se sobrepuso holgadamente a los demás presidenciables de la derecha chilena en la primera vuelta, ha insistido con propuestas que parecen haber hallado interés entre los votantes, como el aumento de penas para delitos violentos y la construcción de nuevas cárceles de alta seguridad para líderes narco.
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— Canal 6 Tv (@canal6tv) December 11, 2025
Partiendo con desventaja, si se atiende a los últimos estudios de opinión, Jara, en cambio, prefirió dejar en segundo plano la idea de plantear propuestas durante esta segunda etapa de la elección y se ha enfocado en evidenciar los supuestos peligros para el país que significa poner a una figura ultraderechista en el Palacio de la Moneda (sede del Gobierno).
"En esta elección están en juego cosas muy importantes, como el aumento de las pensiones de vejez en enero, la ley de 40 horas laborales para vivir mejor, la impunidad para pedófilos, la impunidad para violadores de derechos humanos, y eso no lo podemos permitir. No puede haber un retroceso en nuestra patria", aseguró la candidata esta semana, durante su discurso de cierre de campaña.
¿Quién es quién en la elección?
En sus últimos días de campaña, la abogada comunista también buscó marcar una diferencia con Kast en relación al origen social de cada uno.
Explicó, en este sentido, que ella sí sabe "tener que trabajar a diario, sacar adelante una familia, ganarse el pan y hacer fila para pedir una hora médica".
Kast es hijo de inmigrantes alemanes, estudió derecho en la Universidad Católica, donde inició su carrera política integrando movimientos conservadores y logró notoriedad a finales de los 80 por su apoyo a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), régimen que defiende hasta la actualidad.
El candidato conservador -que también propone un ahorro de 6 mil millones de dólares al año, sin detallar cómo lo llevará adelante- ejerció como diputado durante 16 años, dejando el cargo en 2018. Se presentó como candidato a tres elecciones presidenciales y actualmente se gana la vida con los bienes que obtiene de las sociedades empresariales que integra junto a su familia.
Jara, por su parte, es hija de un mecánico industrial y una ama de casa. Se crio en El Cortijo, una población pobre de la comuna de Conchalí, en el sector norte de Santiago (centrosur), y trabajó como temporera durante su adolescencia, entre otros empleos de baja calificación, para ayudar a su familia.
La candidata estudió luego administración pública y derecho, titulándose en ambas carreras. Su trayectoria política, en tanto, inició en las filas del movimiento estudiantil y de las juventudes del Partido Comunista.
Su primer cargo gubernamental lo ejerció durante la segunda administración de Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018), como subsecretaria de Previsión Social.
Al culminar su gestión, trabajó durante años como docente, alejada de la política de primera línea, hasta que el presidente, Gabriel Boric, la nombró ministra del Trabajo en el año 2022.
Al frente de esa cartera, Jara llevó adelante dos reformas importantes: la previsional, que logró subir las pensiones de vejez de los trabajadores, y la ley de 40 horas, que impide que las empresas contraten a sus empleados por una carga horaria semanal superior.
Seguridad, lo que más preocupa a los chilenos
El favoritismo de Kast tiene origen en la importancia cardinal que el tema de la seguridad pública ha ganado en la agenda política chilena en los últimos años.
Tras la pandemia del covid-19, una serie de organizaciones criminales de origen internacional comenzaron a asentarse en Chile, como el Tren de Aragua de Venezuela o Los Pulpos, de Perú. Esto generó que dos problemáticas que históricamente se medían por separado -como son la seguridad y la migración- comenzaran a vincularse y a copar las discusiones políticas.
En 2024 se consumaron en Chile un total de mil 207 homicidios, el doble de lo registrado hace una década. El primer semestre de este año, en tanto, se produjeron 511, además de 341 secuestros y 3 mil 465 robos con intimidación.
En materia de migración, se estima que en Chile residen 1.9 millones de extranjeros, de los cuales 330 mil están en condición de irregular, sin documentación.
Las comunidades más numerosas son la venezolana, con 728 mil 500 ciudadanos viviendo en Chile, seguida por los ciudadanos de origen peruano, con 260 mil 700, y los de origen colombiano, con 210 mil.
La identificación con el oficialismo de la candidata de centroizquierda y el hecho de haber participado en el Gobierno como ministra de Trabajo, han significado un obstáculo a la hora de intentar separar su suerte de la de Boric, lo que dificulta la tarea de llegar a los votantes que no se identifican ni con la izquierda ni la centroizquierda.
¿Cómo será la segunda vuelta?
El Servicio Electoral confirmó que el padrón de votantes para la elección de este domingo lo componen 15.7 millones de personas, las cuales están obligadas a sufragar debido a una reforma impuesta en los últimos años que impone multas de hasta 100 dólares a quienes no acudan a las urnas.
En la elección presidencial de primera vuelta votaron 13.4 millones de personas, el 85.6 por ciento del padrón electoral, según cifras oficiales.
Alrededor de 2.3 millones de personas se abstuvieron de votar, una cifra muy por debajo de la anterior elección presidencial, en 2021, en la que se abstuvieron más de 7 millones de ciudadanos.
En la primera vuelta, Jara obtuvo 3.4 millones de votos, un 26.8 por ciento; Kast logró 3.1 millones, un 23.9 por ciento de las adhesiones.
El Gobierno confirmó un despliegue de 22 mil 800 carabineros (policías militarizados) a lo largo del país para resguardar el correcto avance de la jornada electoral, además de 26 mil efectivos de las Fuerzas Armadas.
Hay un total de 160 mil 935 chilenos viviendo en el extranjero con derecho a voto, quienes podrán sufragar en alguno de los más de 60 países en cuyos consulados y embajadas se dispondrán mesas de votación.
Además, hay 885mil 940 migrantes residentes en Chile habilitados para votar, de los que uno de cada cuatro es venezolano. Los migrantes sin nacionalidad chilena no están obligados a sufragar.
Quien resulte electo este domingo, asumirá el 11 de marzo de 2026 por un periodo de cuatro años.