Antorchistas de Veracruz gritan: regresen a Honorio Piña
Xalapa, Ver. – El secuestro del ingeniero Honorio Piña Mina, miembro del Comité Estatal del Movimiento Antorchista en Veracruz, ha desatado una campaña nacional de indignación, y en redes sociales ya se manejan el hashtag #QueAparezcaHonorioPiña para exigir la pronta intervención de las autoridades.
Homero Aguirre Enríquez, Vocero Nacional del Movimiento Antorchista, confirmó a través de sus redes sociales que el miércoles 22 de octubre por la tarde, tres sujetos armados secuestraron a Piña Mina de sus oficinas en Úrsulo Galván, Veracruz, en un acto que calificó como "una bofetada en el rostro del Movimiento Antorchista Nacional".
#QueAparezcaHonorioPiña El miércoles 22 de octubre por la tarde, los antorchistas del país fuímos informados de que tres sujetos armados sacaron de sus oficinas en Úrsulo Galván, Veracruz, al entrañable compañero antorchista, Ingeniero Honorio Piña Mina y se lo llevaron… pic.twitter.com/jhyvmPmAkq
— Homero Aguirre Enríquez (@HomeroAE) October 23, 2025
Honorio Piña no era un activista cualquiera. Según el comunicado oficial de Antorcha, el ingeniero "se ha pasado la vida gestionando muy exitosamente obras y servicios para los más necesitados siempre de manera pacífica y legal", con sus actividades más recientes enfocadas en ayudar a damnificados por las intensas llumbias en Veracruz.
"Hay miles de testigos que saben que sus actividades más recientes estaban encaminadas a hacer que las ayudas prometidas por el gobierno llegaran pronto a los damnificados", destacó Aguirre Enríquez en su cuenta de X.

Cifras oficiales: Veracruz, tierra de nadie
El crimen ocurre en un estado que según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas (RNPD) acumula más de 400 desapariciones en los últimos seis meses, ubicándose entre los tres estados más peligrosos del país para activistas sociales.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI revela que el 63 por ciento de los veracruzanos consideran inseguro vivir en su ciudad, una percepción que se materializa en casos como el de Piña Mina, quien dedicaba sus esfuerzos a gestionar obras para los más necesitados.