Ojo con los meseros y taxistas en los bares

Autoridades capitalinas investigan hechos delictivos utilizando narcóticos cometidos por meseros y demás personas en bares de la Ciudad de México.

Ojo con los meseros y taxistas en los bares

Desde el año 2011 se han recibido denuncias en las que se señala que un grupo de meseros, cadeneros, bármanes, vendedores de comida rápida y taxistas de aplicación, respaldados por la organización criminal la Unión Tepito, utilizan diversas drogas para cometer diversos delitos en centros nocturnos de la colonia Roma, Santa Fe y Bosques de las Lomas, en la Ciudad de México.

El modus operandi de los delincuentes consiste en utilizar sustancias que son incoloras e inodoras que derivan de plantas o medicamentos que se pueden administrar vía oral o cutánea y que no dejan huella en el organismo de las personas que las han ingerido sin darse cuenta. Acción que les permite cometer robos, secuestros, extorsiones y violaciones con total impunidad.

Sandra, de 25 años, una de las víctimas de la organización criminal, narró que una noche salió con unos amigos al Café Paraíso, sin embargo, tres días después se dio cuenta que tenía cargos desconocidos en su tarjeta, los cuales se habían realizado dos horas después de que se subió al coche que la llevaría a su casa.  

La mujer señala que tres horas de su vida fueron borradas de su memoria, lapso en el que pagó con su tarjeta de crédito 15 mil pesos, el servicio de un laboratorio clínico y una consulta ginecológica, en una clínica que hasta el momento desconoce dónde está.

Las investigaciones de la Fiscalía capitalina señalan que una de las principales drogas utilizadas, es conocida como burundanga, droga natural que contiene escopolamina y en menor cantidad, hiosciamina, la cual en concentraciones suficientes puede provocar efectos psicotrópicos.

El polvo deshidratado, se puede administrar en un periódico, una servilleta, un billete, la ropa, o un beso, un soplido, en dulces, refrescos, licor o agua y al tener contacto se impregna en la piel y con la transpiración natural se mezcla con la sangre, causando efectos a los cinco o 10 minutos.

De acuerdo con especialistas del Instituto para la Atención de las Adicciones en la Ciudad de México (IAPA) la droga no dejaba rastros en el cuerpo, aunque se realice un antidoping y, lamentablemente, las denuncias al respecto no proceden debido a que no hay un delito específico en el Código de Procedimientos Penales Federal y de los estados.

A pesar de los múltiples casos que se presentan, muchos de los cuales no son denunciados, hasta el momento las autoridades no han tomados medidas al respecto, por lo que compete a la ciudadanía cuidar de no caer en este tipo de delito.