Gobierno morenista en México, sinónimo de muerte para el pueblo trabajador

Gobierno morenista en México, sinónimo de muerte para el pueblo trabajador

En nuestro país, es cada vez más alarmante el desabasto de medicamentos que hay en las diversas instituciones de salud. El artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece el derecho a la salud; para desgracia de los mexicanos, este artículo no se cumple y no se respeta ni se valora la vida del pueblo trabajador, pues aunque el gobierno diga que se ha mejorado, la realidad desmiente esas declaraciones.

Veamos unos datos. Con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al poder y, argumentando la lucha contra la corrupción, en 2019 comenzó la odisea para los mexicanos pues el desabasto de medicamentos se agravó; los pacientes con cáncer se vieron afectados gravemente ante la falta de metotrexato y comenzaron así las manifestaciones de pacientes y sus familiares.

Fida Romay Hidalgo, jefa del área de Salud y Bienestar de la organización Cero Desabasto, conformada por 81 organizaciones y grupos de pacientes, informó en junio de 2021, que ese año se dejaron de surtir 22 millones de recetas en los principales subsistemas del Sistema de Salud Nacional, la organización, presentó la "Radiografía del Desabasto: Informe de transparencia en Salud 2017-2021"  donde se precisa que las patologías más afectadas son: cáncer, hipertensión,  enfermedades mentales, diabetes y  post trasplantados.

Este 2023 la situación no ha mejorado, pues recientemente se dio a conocer  que el Instituto para la Salud y el Bienestar (Insabi) dejó de comprar fármacos y material de curación  equivalente a 28 millones de pesos; entre los medicamentos que dejaron de surtirse está la vincristina, necesaria para el tratamiento del cáncer.

En el estado de Guanajuato, el Instituto de Seguridad y Servicios Socieles de los Trabajadores (ISSSTE) reporta un 25% en desbasto en esa institución que atiene a 500 mil derechohabientes, así lo informó María Magdalena Rosales Cruz, Subdelegada Médica.

En 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva, firmaron el convenio para que los hospitales a cargo de la entidad pasen a ser administrados por el IMSS-Bienestar, con una inversión inicial de 533 millones de pesos.

Lo anterior en la conferencia de prensa matutina realizada en dicho estado, donde Zoé Robledo Aburto, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), destacó que a partir de la puesta en marcha del acuerdo se buscarán contratar a 691 trabajadores de salud, se realizarán 19 obras de ampliación y se adquirirán 957 equipos médicos.

También, dijo, se busca el involucramiento de la comunidad e individuos, el mejoramiento de los servicios y que exista atención médica con cinco especialidades: ginecología, pediatría, anestesia, medicina interna y urgencias.

A pesar de la información referida, la situación en los hospitales de la entidad va de mal en peor. En días recientes varios medios publicaron la muerte de un adulto mayor a las afueras del Hospital Regional, “Señor de la tercera edad que iba a ser trasladado a piso se muere mientras dormía afuera de la entrada del Hospital Regional Universitario, en el suelo. Esto a las cinco de la mañana de hoy, según dio a conocer su hermana”. Además, el 8 de febrero, a través de una denuncia ciudadana se informó que una persona tiene más de diez días internado en Hospital Regional Universitario en espera de una operación por fractura; no lo han atendido por falta de insumos.

La falta de medicamentos lamentablemente ha venido dificultando las posibilidades de que los pacientes se atiendan, por ejemplos, los de oncología pues “el cáncer no espera” y debe ser atendido correctamente para evitar que siga cobrando vidas.

El pasado 15 de febrero se conmemoró el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer Infantil, una enfermedad que ataca a los más pequeñitos y que, ante la falta de insumos, padres de familia e incluso los mismos pacientes, se han visto en la necesidad de manifestare para exigir al gobierno morenista que se surtan los medicamentos, la respuesta a ello en junio de 2021 por parte del Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell fue calificarlos como “golpistas”.

¿Podemos aceptar que el combate a la corrupción sea bajo la condición de que nuestros niños dejen de atenderse? Indudablemente que no.  Tan solo en Jalisco, para enero de  2023,  existen mil tres pacientes menores de 19 años con cáncer; en el hospital Infantil Eva Sámano de López Mateos en el estado de Michoacán, la directora  de dicha institución, Silvia Gallegos, mencionó que se reciben de 90 a 100  niños  anualmente con cáncer, principalmente leucemia; en el sistema de Salud de Guanajuato,  se presentan 80 casos cada año, en el Hospital General de Celaya se atienden 522 casos, en León 615, y el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, 604 casos; Colima es el segundo estado con mayor número de niños con cáncer, 800 casos anuales. De acuerdo a información del INEGI, Sandra Yazmín Lagarda Arrechea, encargada del servicio de Oncopediatría del IEC, reiteró que el cáncer es la principal causa de muerte en menores de edad, causando más de 2 mil 300 muertes anuales; en Nayarit, en 2022 había 353 casos; en lo que va del año, se han detectado cinco nuevos pacientes y han fallecido dos menores de edad por este padecimiento.

El desabasto de medicamentos golpea gravemente en la salud de los mexicanos, por lo cual, es necesaria la movilización del pueblo trabajador afectado directamente en la vida diaria, los pacientes de cáncer infantil son un ejemplo duro de que las enfermedades no esperan y son precisamente los niños quienes pagan por las decisiones de un presidente que, en su idea errónea de combatir la corrupción para acabar con la pobreza, no le importa causar la muerte del pueblo trabajador.