Fuga prolongada: capital extranjero sigue saliendo de México
La economía mexicana registró en noviembre una nueva salida de capitales por 5 mil 168.66 millones de pesos, prolongando una tendencia negativa que se ha mantenido durante gran parte del año. Con este resultado, se acumulan ocho meses consecutivos de desinversión por parte de residentes en el extranjero, de acuerdo con cifras difundidas por Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE.
Noviembre cerró con una salida de capitales de 5,168.66 mdp.
— Gabriela Siller Pagaza (@GabySillerP) December 9, 2025
Con esto, suman 8 meses consecutivos de salidas de capitales de México, algo que no se veía desde el periodo de diciembre del 2020 a agosto del 2021.
Previo a esa fecha, sería la mayor salida desde enero y septiembre… pic.twitter.com/sTF1epmwwF
Los datos muestran que, tras un inicio de año mixto, las salidas comenzaron a consolidarse desde abril. En ese mes se registró un retiro de 27 mil 842 millones de pesos, seguido de descensos aún mayores en mayo y octubre, cuando la desinversión superó los 43 mil millones de pesos. Estos retrocesos han reducido de manera constante la tenencia de valores gubernamentales en manos de inversionistas extranjeros.
La economista señaló que una racha similar de salidas prolongadas no se observaba desde el periodo comprendido entre diciembre de 2020 y agosto de 2021, cuando el mercado enfrentaba alta volatilidad derivada de la pandemia y de cambios en las expectativas globales. Antes de ese episodio, habría que remontarse a 1999 para encontrar un fenómeno de la misma magnitud.
De acuerdo con la información publicada, febrero y marzo fueron los únicos meses del año con entradas netas de capital, con variaciones positivas de 49 mil 066 millones y 17 mil 267 millones de pesos, respectivamente. A partir de abril, la tendencia se revirtió de manera sostenida, reflejando un menor apetito de los inversionistas extranjeros por instrumentos mexicanos.
La acumulación de salidas responde a un contexto global caracterizado por elevados niveles de incertidumbre, ajustes en la política monetaria internacional y movimientos cambiarios que influyen en el rendimiento esperado de los activos en mercados emergentes. En el caso de México, estos factores han coincidido con episodios de volatilidad local que han presionado las decisiones de inversión.
Al cierre de noviembre, la tenencia de valores en manos de extranjeros se ubicó en 1.69 billones de pesos, uno de sus niveles más bajos del año. Los datos sugieren que el país enfrenta un periodo prolongado de desinversión, cuyo comportamiento futuro dependerá de la estabilidad financiera global, la evolución de la política monetaria y las condiciones internas que influyan en la percepción de riesgo.