Dan prisión domiciliaria a conductor de tren accidentado en L3

Dan prisión domiciliaria a conductor de tren accidentado en L3

Luego de que las autoridades informaran que el choque de trenes en la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México fue por negligencia de uno de los conductores, un juez de control dictó prisión domiciliaria contra Carlos Alfredo ‘N’ por su aparente participación en los delitos de homicidio y lesiones, ambos culposos.

Durante la audiencia inicial, el juez calificó de legal la detención del conductor del convoy y determinó prisión domiciliaria como medida cautelar. La audiencia se reanudará el próximo 1 de febrero, debido a que la defensa del acusado solicitó la duplicidad del término constitucional; de modo que ese día, la autoridad judicial determinará si se vincula a proceso o no al conductor del Metro.

Con ello, las autoridades de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) iniciaron con el deslinde de responsabilidades con la acusación contra Carlos Alfredo ‘N’, operador de uno de los trenes implicados, quien, de acuerdo con la dependencia, no cumplió los lineamientos de circular de manera manual y no rebasar los 35 km/h, además de no comunicar al puesto de control los cambios en la conducción y “no realizó ninguna maniobra para detener el tren” y así evitar el choque.

Un día antes del choque, equipo de mantenimiento del Metro encontró que cables de comunicación, señalización y pilotaje automático habían sido quemados y cortados entre las estaciones Potrero y La Raza; no obstante, reparar estos componentes llevaría varios turnos de trabajo, por lo que, para no afectar el servicio en el sistema de transporte, se determinó la aplicación de una marcha de seguridad en la zona.

Carlos ‘N’ había completado una vuelta de la estación Indios Verdes a Universidad, por lo que ya sabía que debía aplicar una marcha de seguridad entre las estaciones Potrero y La Raza, explican compañeros del conductor. Sin embargo, el convoy 24 chocó contra el otro a una velocidad de 45 kilómetros por hora.

“No aceptamos que se quiera fincar toda la responsabilidad al conductor y a un supuesto sabotaje, culpándolo de toda la tragedia a él cuando en las declaraciones previas quedó demostrado que existían problemas en la comunicación, señalización y pilotaje automático que no fueron atendidos a tiempo y a pesar de ellos se permitió la prestación del servicio, asumiendo el riesgo de una tragedia”, señaló Cristopher Estupiñan, abogado de las víctimas de la tragedia ocurrida el pasado 7 de enero, en la que la estudiante unniversitaria Yaretzi Adriana Hernandez falleció.