Brasil le dio una lección al mundo con la prisión de Bolsonaro, afirma Lula

Brasil le dio una lección al mundo con la prisión de Bolsonaro, afirma Lula

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este miércoles que la entrada en prisión del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023), condenado por golpismo, es una lección que Brasil le da al mundo sobre cómo proteger la democracia.

"Ayer este país dio un paso importante (…) dio una lección de democracia al mundo. Sin ningún alarde, la Justicia brasileña mostró su fuerza, no se acobardó con las amenazas de fuera e hizo un juicio impecable, que no tiene una acusación de la oposición, sólo de dentro de la cuadrilla que intentó dar un golpe en este país", afirmó el presidente.

El líder de la izquierda remarcó que está "feliz", no con los arrestos, sino porque Brasil demostró que "está maduro para ejercer la democracia en su más alta plenitud", y valoró especialmente el fin de la impunidad.

"Por primera vez en 500 años de historia de este país hay alguien preso por intento de golpe; hay un expresidente de la República y cuatro generales de cuatro estrellas presos, en una demostración de que la democracia vale para todos", añadió.

Por su parte, el ministro de Defensa de Brasil, José Múcio, destacó este martes que la entrada en prisión del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023) cierra un ciclo en la historia del país, y destacó el hecho de que las instituciones lograron sobrevivir al intento de golpe de Estado.

"Se está cerrando un ciclo donde las personas están siendo responsabilizadas y castigadas. Y para felicidad del país, todas las instituciones están preservadas; el proceso fue doloroso, pero es el ciclo de la vida; ahora estamos administrando el fin del proceso", afirmó el ministro en declaraciones a la prensa local.

El Supremo Tribunal Federal dio por terminado este martes el proceso contra Bolsonaro y el resto de los líderes de la trama golpista, que empezaron a cumplir sus respectivas penas (27 años y tres meses de cárcel en el caso del expresidente).

Múcio subrayó que las instituciones atravesaron el proceso judicial "con un grado de responsabilidad enorme" y que las Fuerzas Armadas "tienen que aprender a acatar" las decisiones judiciales.

Además de Bolsonaro, el martes 25 de noviembre entraron en prisión altos mandos militares como los generales Augusto Heleno (exministro del Gabinete de Seguridad Institucional), Paulo Sérgio Nogueira (exministro de Defensa) y Walter Braga Netto (también extitular de Defensa).

Es la primera vez en la historia de Brasil en que militares son juzgados, condenados y presos por golpismo.

Además, en paralelo al juicio civil, el Superior Tribunal Militar deberá decidir sobre la pérdida de rango de los militares condenados (incluyendo a Bolsonaro, que es capitán del Ejército).

La Constitución brasileña establece que un oficial de las Fuerzas Armadas puede ser expulsado en caso de una condena criminal superior a dos años; todos los condenados, en este juicio, cargan con penas de más de veinte.

Bolsonaro y sus aliados más cercanos fueron condenados por tramar un golpe de Estado tras las elecciones presidenciales de 2022, para evitar que asumiera el Gobierno del entonces presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva.

Exponentes de la derecha brasileña piden calma a seguidores

El gobernador del estado de São Paulo, Tarcísio de Freitas, muy probable sucesor de Jair Bolsonaro en el liderazgo de la derecha brasileña, pidió este miércoles calma a los seguidores que le reclaman lanzar cuanto antes su candidatura, un día después de la detención del expresidente (2019-2023).

Durante un evento organizado por un banco en São Paulo, Freitas pidió a los electores conservadores que "no tengan ansiedad".

"Ese campo de la derecha que a veces se dice que está desorganizado, ese campo presentará un proyecto para Brasil (…) ese grupo se va a organizar y presentará ese proyecto y ese proyecto será vencedor el año que viene, no tengan dudas, vamos a librar a Brasil del Partido de los Trabajadores (PT)", añadió.

Las próximas elecciones presidenciales en Brasil son en octubre de 2026 y según las encuestas el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva parte como favorito en todos los escenarios, tanto contra Freitas como contra otros gobernadores de la derecha que también podrían presentarse.

Bolsonaro está preso e impedido de presentarse a unas elecciones antes de 2033, pero hasta hace poco su entorno familiar aún insistía en la hipótesis de que el Congreso Nacional le concediera una amnistía que le permitiese ser candidato, algo imposible a día de hoy.

Freitas es, desde hace tiempo, el gobernador con más probabilidades de ser el principal candidato de la derecha brasileña, pero aún no confirmó su candidatura y este miércoles dijo que hay tiempo "hasta marzo".

Además, resaltó que hay que "respetar el liderazgo de Bolsonaro" para limar las aristas dentro de la derecha antes de lanzar a un candidato.

"La gente está ansiosa, pero eso ya se está haciendo y la gente no se da cuenta; esas piezas ya están siendo debidamente montadas y encajadas; hay un respeto por el liderazgo que Bolsonaro construyó a lo largo de dos años y tiene que ser respetado para poder contar con ese capital político", añadió.

Freitas intenta desde hace tiempo mostrarse como un político más moderado que Bolsonaro, pero cuando hace algún gesto de distanciamiento de posturas más radicales es rápidamente presionado por su base y por los hijos del expresidente; recientemente, uno de ellos, el diputado Eduardo Bolsonaro, le acusó de traidor.

El gobernador de São Paulo visitó a Bolsonaro varias veces en su residencia de Brasilia durante su periodo de prisión domiciliaria, con el objetivo de preparar el terreno para una eventual candidatura presidencial, pero ahora que está preso el diálogo se hace más complicado.