¿Te emocionas al escuchar los villancicos? Te decimos el motivo

¿Te emocionas al escuchar los villancicos? Te decimos el motivo

Como olvidar ‘Los peces en el río’, ‘Mi burrito sabanero’, ‘Noche de paz’ o ‘Rodolfo el reno’, villancicos que marcaron nuestra infancia y que nos siguen acompañando durante la temporada navideña, pero sabes porqué te emocionas al escucharlos (aunque lo niegues).

La relación entre la música y el cerebro no es algo casual, sino que, al conectar con nosotros, los villancicos despiertan su magia navideña, o al menos así lo explica el neurocientífico Peter Vuust, quien refiere que “la estructura de la música está determinada por la interacción de acordes mayores y menores. Un acorde muy popular para las canciones navideñas es el re menor 7 bemol 5”.

A su vez añade que, al tener acordes menores, considerados nostálgicos o incluso lúgubres, “se espera que algo bueno llegue a su fin. Esto constituye un sólido sentimiento navideño. El re menor 7 bemol 5 en un acorde diatónico que casi tiene textura- como una manta caliente que huele a canela y cardamomo”.

Vuust destaca que tenemos conocimiento instintivo de cómo debe sonar la música: qué nota debe venir a continuación, dónde caerá el siguiente compás, cuál es el siguiente acorde que vamos a escuchar. Es decir que, cada vez que escuchamos una pieza musical, intentamos predecir lo que va a ocurrir a continuación en ella.

Por lo que la razón de que pensemos que ciertas notas, acordes y frases suenan reconfortantes o nostálgicas es, en realidad, porque aterrizan donde nuestro cerebro cree estadísticamente que deberían hacerlo.

“Conscientemente pensamos que la música suena a Navidad. Pero en realidad son las vibraciones felices de nuestro cerebro felicitándonos por una predicción acertada”, indica.

Ana Soto, de Audika España, menciona que nuestros recuerdos están compuestos por capas de impresiones multisensoriales. Lo que oímos se combina con los olores, los sabores, la vista y las emociones de un momento para crear un espacio concreto en nuestros recuerdos. Cuando volvemos a encontrarnos con uno o varios de estos estímulos, especialmente en una combinación predecible, nuestra memoria se despierta. 

Como dato curioso, cabe destacar que los orígenes de los villancicos no estaban ligados con la Navidad, sino que eran canciones populares que trataban de todo tipo de temas y durante la Edad Media y el Renacimiento comenzaron a popularizarse en España y Portugal. Como su nombre refiere, eran coplas interpretadas por los habitantes de clase humilde que vivían en las villas medievales, con el paso del tiempo la iglesia católica difundió su mensaje a través de ellos.