Sobre el fentanilo y los escaramuzas contra China

La adicción a las drogas en Estados Unidos se ha disparado desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, uno de los más extendidos es el fentanilo

Sobre el fentanilo y los escaramuzas contra China

La crisis diplomática que dejó el pronunciamiento del presidente López Obrador contra el presidente Xi Jinping en torno al trasiego de fentanilo proveniente supuestamente desde el continente asiático, no pasó a mayores por la enérgica protesta de la parte china sobre el tema. Sin embargo, las enormes conexiones del fentanilo, su trasiego e incluso fabricación apuntan fuertemente hacia el lado americano, una vez que la adicción a las drogas en Estados Unidos se ha disparado desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, siendo uno de los más extendidos el del fentanilo, convirtiendo a Estados Unidos en un paraíso para la venta de este producto.

Carlos A. Pérez-Ricart, profesor e investigador del CIDE y destacado analista sobre el tema, indicó que la DEA (Administración para el Control de Drogas), no está cumpliendo o lo está muy mal, en el combate contra el fentanilo, en donde la falta de resultados en la materia, colocan al Gobierno de Estados Unidos con una presión social muy amplia, que debe trasladar responsabilidades inmediatas, en este caso, a México. Si la agencia estadounidense dedicada a la lucha contra el narcotráfico por excelencia, con todos los recursos de inteligencia e investigación, no es capaz de ir más allá, es claramente porque está imposibilitado por las élites que financian al propio gobierno norteamericano. De ahí que la escaramuza del gobierno mexicano contra China sea solo eso, una escaramuza, dentro del constante golpeteo diplomático al gigante asiático de EEUU desde un tercer país.

Según reportes que hemos recabado, el fentanilo es mucho más letal ahora y su consumo se ha extendido entre los estadounidense gracias a esas falsas libertades que se les da a los ciudadanos, tanto para ingerir toda clases de sustancias, como su fácil acceso a ellas, pues la información sobre cómo fabricarlo es fácil de encontrar en los sitios web, por lo que solo deben buscarse en los sitios adecuados, dijeron fuentes a este medio de comunicación que pidieron el anonimato.

La adicción a las drogas en Estados Unidos se ha disparado desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. Más de 100 mil personas murieron en los EEUU por sobredosis de drogas en 2022, según datos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). Esas muertes se debieron en gran medida a la propagación del fentanilo ilícito, a la que tienen acceso los ciudadanos norteamericanos como si fueran por cigarrillos a la tienda de la esquina.

Varios de sus consumidores tienen como antecedente ser adictos durante muchos años a otras sustancias narcóticas, pero ahora, el consumo de la heroína sola ya no es suficiente. Necesita ser reforzado con otro medicamento para que el adicto se sienta satisfecho. Ese fármaco es carfentanilo, una variante del fentanilo, un opioide sintético creado en laboratorio.

Fue desarrollado en 1963 en Bélgica como analgésico, diseñado para ser químicamente similar a las drogas de origen vegetal como la morfina o la heroína. Pero la gran diferencia es que es 80-100 veces más fuerte. Algunas variantes de fentanilo, como el carfentanilo, son tan potentes que solo dos o tres miligramos, del tamaño de unos pocos granos de sal, pueden matar.

Como resultado, los drogadictos rara vez lo toman puro. En cambio, los traficantes de drogas mezclan pequeñas dosis de fentanilo con otras drogas como la heroína para aumentar la euforia del consumidor y con ello engancharlo para que continue pidiendo su dotación.

En cuanto a la fuente de donde proviene la droga letal, las personas pueden obtener fácilmente la información en línea, que se ha vuelto una plataforma de acceso directo para la población. De ahí que, con algunos conocimientos de química, los traficantes pueden obtener recetas y prepararlos para su distribución masiva. Con una sociedad ávida de esta nueva mercancía, no es difícil de entender que se vuelve un negocio redondo para traficantes mexicanos o norteamericanos, más en un estado tan frágil institucionalmente como México, donde poblaciones completas, como en Guerrero, están sometidos a la violencia y el control de grupos delincuenciales. La fragilidad institucional abierto en el gobierno actual es un caldo de cultivo para la proliferación de todo tipo de delitos, incluido el tráfico de fentanilo.