Sigue creciendo la pobreza laboral

Sigue creciendo la pobreza laboral

A pesar de que son los millones de trabajadores, hombres y mujeres, quienes generan con su labor diaria la riqueza social, resulta que no son ellos los principales beneficiarios de la misma, sino únicamente unos cuantos. El Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval), acaba de publicar datos que no sólo avalan tal hecho, sino que además dejan al descubierto una desigualdad social que cada día se profundiza más en virtud de que la riqueza no se reparte de manera equitativa. Nuestro país está calificado como uno de los países con mayor desigualdad a nivel mundial de acuerdo con el Informe de desigualdad global en su edición 2022: a nivel nacional, la diferencia entre el que menos gana y la media del que más gana es de 30 veces, de acuerdo con dicho informe (publicado en el año 2021).

Pero, ¿en qué consiste la pobreza laboral? Es aquella situación en donde el ingreso que generan los trabajadores de un núcleo familiar no alcanza para alimentar a todos sus miembros; es decir, que por mucho que trabaje y se desgaste día tras día un trabajador su familia padece hambre. Y si a ese terrible mal le sumamos la necesidad de transportarse a diario a su trabajo y de regreso a su casa, más el pago de una renta, más el pago de los servicios indispensables para vivir, más los gastos en útiles escolares, el trabajador y su familia se ven en la necesidad de que también trabajen su mujer y sus hijos quienes, por razones de su sexo y edad, seguramente obtendrán un salario más bajo que el de la cabeza de familia.

Pero volvamos a los datos del Coneval. Entre abril y septiembre del presente año, el costo de la canasta básica alimentaria pasó, en el área urbana, de un 12.4 anual a un 14.4 por ciento, mientras que en el área rural pasó de un 13.3 anual a un 14.7 por ciento. Esa ha sido la efectividad del famoso Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), instrumentado por el gobierno de AMLO para contener la inflación, paquete del que ya lleva dos y, sin embargo, las alzas de muchos productos fueron entre el 20 y el 40 por ciento. El secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz, señala que en 27 de las 32 entidades federativas se dio un incremento de la pobreza laboral -es decir, en casi todo el país-, señalando a Guerrero, Sinaloa y Michoacán como los estados con mayor incremento. ¿Alguien en su sano juicio puede negar que el aumento de la violencia y de la inseguridad no tiene nada que ver con el incremento de la pobreza?    

El ingreso laboral mensual per cápita, comparando el tercer trimestre de 2021 con el mismo periodo de 2022, tuvo un incremento de tan solo 38 pesos. De ahí que, en tan sólo en tres meses, el número de personas en pobreza laboral se haya incrementado en dos millones 400 mil más, alcanzando en septiembre a 51 millones 600 mil mexicanos, casi el 87 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA). En estos datos el Coneval incluye también a quienes trabajan en la informalidad -cuya cantidad no ha dejado de crecer ante la falta de empleos formales bien remunerados- y cuyo ingreso mensual promedio es de la mitad de quienes trabajan en la formalidad. Esta es la terrible situación en que actualmente se debaten millones de mexicanos.

Existen otros factores internos que indican que la situación no mejorará pronto, a los que hay que sumar factores externos para una reducción de la inflación, que el presidente López Obrador parece querer ignorar, tales como: los precios de los energéticos, la producción internacional de granos y, pecata minuta, una probable recesión económica en los Estados Unidos, el principal socio comercial de nuestro país. Y por si algo más nos faltara, ya se anunció que la próxima semana se volverá a establecer el semáforo rojo epidemiológico ante el incremento de casos de Covid-19, que se ha combinado con la influenza y con otras enfermedades respiratorias; por lo pronto, se establecerá en la Ciudad de México y en el estado de México.

Nos espera, pues, un triste fin de año y un peor año nuevo. Pero no creo que lo más conveniente sea cerrar los ojos ante la realidad para que esta no nos golpee tan duro. Si es la inmensa mayoría de los mexicanos quienes padecen los males más lacerantes, como mayoría está en sus manos la solución a los mismos: organizarse y luchar por un país próspero, para que la riqueza que se produce socialmente se reparta también socialmente. No hay de otra.

 

Ciudad de México, a 26 de noviembre de 2022.