Más vale que no sigan las lluvias…

Más de 750 mil familias perdieron su patrimonio a causa de la cruel decisión del mandatario de preferir “inundad a los más pobres”.

Más vale que no sigan las lluvias…

Ha quedado comprobado que ayudar a los más necesitados no es una prioridad para el gobierno de la Cuarta Transformación. El último golpe de este gobierno fue la cancelación del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), fideicomiso que daba la oportunidad a los damnificados de algún desastre natural buscar algún tipo de ayuda. Pues bien, tal parece que este gobierno, también controla los desastres naturales –que son inevitables-, ya que de un borrón canceló el FONDEN, como si no pasarán.

Como si la pandemia por el coronavirus no fuera suficiente para afectar económica y socialmente a los mexicanos, se sumaron desgracias ocasionados por las afectaciones naturales. Durante el 2020, México enfrentó incendios forestales que cobraron grandes extensiones de bosques y fauna, la temporada de huracanes y tormentas tropicales en el sur, desbordamientos de ríos a raíz de las fuertes lluvias, sequías en gran parte de la zona norte, granizadas intensas y temblores.

Bajo la trillada frase del “combate contra la corrupción”, a finales de octubre del 2020, el Senado aprobó la desaparición de 109 fideicomisos, entre ellos el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) que “tenía como finalidad apoyar a los estados, dependencias y entidades federativas en la atención y restauración de los daños ocasionados por fenómenos naturales, siempre que la magnitud de éstos superara su capacidad financiera de respuesta”.

Pero hasta el momento no hay una sola denuncia contra alguien responsable de ese desvío de recursos que tanto ha criticado el presidente. Lo que, si queda evidenciado, es que más mexicanos requieren algún tipo de ayuda como consecuencia de un desastre natural. 

Quizá las afectaciones por lluvias han sido las que causaron severas pérdidas, pues desde el año pasado estados como Campeche, Yucatán, Chiapas, Tabasco y parte de Veracruz, resultaron afectados por el paso de la tormenta Amanda y Cristóbal en junio. La temporada de huracanes en el Atlántico continuó y siguieron las perdidas severas, ahora para los paisanos del presidente Andrés Manuel, los tabasqueños. Más de 750 mil familias perdieron su patrimonio a causa de la cruel decisión del mandatario de preferir “inundad a los más pobres”.

Eventos como estos se encargaba de atender el FONDEN, sin embargo, la ayuda ya no llegará.  

Y el 2021 lo comenzamos con afectaciones extremas, desde las heladas en el norte del país a raíz de los frentes fríos que provocaron la pérdida de cosechas, hasta los 6 mil incendios forestales en todo el país tan solo en la mitad de lo que va del año. Por cierto también a la Comisión Nacional Forestal (Conafor), ha padecido recortes presupuestales en los últimos tres años, llegando a tener para este 2021 37% menos recursos, comparado con lo destinado en 2018.

Quizá para los que vivimos en el centro del país, las principales afectaciones que hemos sufrido son las lluvias atípicas que han dejado bajo el agua a gran parte de municipios en el Estado de México así como las alcaldías de la CDMX, desde abril y hasta la fecha. Algunos como Atizapán de Zaragoza, de extracción morenista, solicitaron la declaración de desastre natural con el propósito de que el gobierno federal, le destine recursos como los del FONDEN, para la atención de las cientos de familias que lo perdieron todo. Pero una vez más fueron ignorados.

Y la indiferencia continúa. El pasado martes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicó en el Diario Oficial de la Federación, el dejar sin efecto las reglas del FONDEN, quedando oficialmente extinto. Ahora prevén crear para el 2022, el Programa para la Atención de Emergencias y Amenazas Naturales, en sustitución del anterior. ¿Será una nueva artimaña para salir del paso? Y mientras ¿quién nos ayuda con lo perdido?