Bicitaxis, un modelo de transporte sobre ruedas une a China con el Valle de México

El bicitaxi se usaba en China a finales del siglo XIX por los sectores más acomodados; ahora únicamente con fines turísticos en una zona de hermoso lago. En México miles de fuentes de empleos provienen de esta actividad.

Bicitaxis, un modelo de transporte sobre ruedas une a China con el Valle de México

Beijing.- En una visita a  la zona de Shichahai, en Beijing, se puede realizar un recorrido en huang bao che”(bicitaxi) y luego tomar un crucero por el lago.  Este medio de transporte tradicional chino que hoy en día se ha convertido (en parte) en una atracción turística lleva a una de las zonas más emblemáticas e históricas, al reunir tres hermosos lagos (Qianhai, Xihai y Houhai) en el norte centro de Beijing, que la convierten en un parque de cuatro estrellas. Ubicada al norte de Ciudad Prohibida y al norte del lago Beihai, uno de los más hermosos de la capital china.

Al término del verano y comienzo del otoño, es disfrutada por decenas de habitantes chinos como una forma de recreación y esparcimiento en la vertiginosa ciudad global en que se han convertido los diferentes anillos geográficos de Pekín. Y también es una parada obligada para el sector turístico, por lo que son gigantescos los esfuerzos del gobierno popular municipal de Beijing para que la experiencia transmita lo mejor del paisaje clásico, la naturaleza y la gente del lugar, transportándote por momentos hacia la historia de la antigua capital, pero con un vigoroso entorno urbano sofisticado y bello.

La palabra proviene del japonés y significa "carro tirado por un hombre". Y existen al menos dos tipos de rickshaw como también se le conoce al huang bao che. Básicamente este peculiar medio de transporte es una especie de triciclo de dos ruedas manejado por una persona. Una evolución del diseño original, el cual consistía en una simple carreta de madera tirada por una persona que iba a pie.

El «rickshaw chino» cobró relevancia ya como medio de transporte utilizado por los chinos más adinerados a finales del siglo XIX. El trabajo de conductor que, se asegura, podría ser más correcto llamarlo “tirador” de estos carros, era la forma de transporte en épocas pasadas, cuando los ricos y poderosos viajaban transportados en literas. Desde 1949 este tipo de vehículos ya no se utiliza, su uso fue desterrado al representar opresión. 

El paseo por huang bao che tiene múltiples paradas, uno de ellos es tomar un barco. La zona de lago también es fuente de empleo de decenas de trabajadores del sector turístico, desde el mantenimiento y los paseos en barco con los que está conectado el viaje en Huang Bao tras recorrer los hutongs, los callejones de la parte más antigua de la capital china, la mejor forma de entender el entorno de los asentamientos en Pekín, rodeada de mucha infraestructura en sus calles, limpieza y tranquilidad.

Disfrutar del paseo en bote también es un privilegio. Los canales y zanjas forman un complejo sistema fluvial de tiempos antiguos que hoy tienen un panorama moderno. El gran nivel de mantenimiento permite apreciar toda la belleza del corredor turístico, el encanto y la elegancia de las orillas a lo largo del canal es ideal para acordarse de los amores perdidos o bien abrir campo a las esperanzas fincadas hacia el imponente horizonte.

Los habitantes locales disfrutan de nadar. Aunque en China ganan los destinos de mar y albercas para darse un chapuzón, especialmente entre los jóvenes, quienes se sumergen en las aguas de este lago también lo disfrutan. A los residentes les encantan los baños de aguas frías y buscando tratar con deferencia a los extranjeros les ofrecen baños con aguas calientes.  El sitio atrae a los habitantes para nadar incluso en invierno, cuando el lago se congela. Abren espacios en el hielo y se sumergen. En la antigüedad no existían piscinas o espacios donde poder nadar, es gusto es justificado.  

Al otro lado del mundo, en el populoso Valle de México, en vecindarios completos de las grandes urbes de toda la zona conurbada el trabajo de conductor o tirador de carro sigue representando una fuente de ingreso para miles de personas. Diariamente decenas de personas, incluso mujeres o personas de la tercera edad, se emplean en esta actividad, uniendo bicicletas modestas a una estructura metálica diseñada para el transporte del pasajero en la parte trasera del vehículo.

De esta forma, la bellísima zona de Sichahai, que en los tiempos imperiales se llamaba la Orilla del Río, Héyan, deja a los herederos, los chinos del siglo XXI, una forma de subsistencia como excepción, no como única alternativa que es como se elige seguir tirando carros con tracción humana en el Valle de México o en unidades motorizadas con los denominadas moto taxis.

“Fuerza, pedal y pulmón es lo que se necesita, yo digo. Y agua para no deshidratarse” dice Martina Hernández Jacobo, mujer que ejerce como bicitaxista en Ixtapaluca, en el Estado de México, quien ejerce esta actividad para llevar el sustento de su familia, tras largas horas de trabajo.  En China, nos sorprende también su fuerza y dignidad en la gente que practica este oficio.