Acusan a gobierno de Chimalhuacán de pedir dinero para permitir celebración religiosa

Acusan a gobierno de Chimalhuacán de pedir dinero para permitir celebración religiosa

Habitantes de la colonia Acuitlapilco, en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México denunciaron que el Departamento de Vía Pública intenta derribar una capilla ubicada en la calle Río Usumacinta, bajo el argumento de que existen quejas vecinales sobre presuntas “actividades indebidas” en el lugar. De acuerdo con la comunidad, la capilla ha funcionado durante 29 años, y cada diciembre organiza celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe.

Uno de los vecinos señaló que ya había ingresado por escrito una solicitud dirigida a la presidenta municipal, la morenista Xóchitl Flores para realizar un evento el día 11 de diciembre, como cada año, pero ésta fue negada sin explicación clara. Además, acusó que personal de Vía Pública le advirtió que si no realiza un pago de 5 mil pesos, el ayuntamiento retirará la lona tradicional que se coloca para la celebración.

Los afectados también reportaron haber recibido una notificación oficial con información casi ilegible, firmada por un trabajador identificado como Miguel, quien solicitó la presentación del “representante legal de la capilla” junto con permisos de construcción. Sin embargo, señalan que el documento no corresponde al tipo de trámite, pues menciona criterios aplicables a comercios instalados en vía pública, pese a que la capilla no opera como establecimiento comercial.

La comunidad asegura contar con firmas de respaldo de los habitantes de la zona, quienes —afirman— participan desde hace décadas en los festejos guadalupanos. Por ello, piden que las autoridades municipales aclaren la situación, detengan cualquier intento de derribo y revisen la legalidad del procedimiento aplicado por el área de Vía Pública.

Los vecinos insistieron en que, ante la cercanía de los festejos del 12 de diciembre, la intervención del ayuntamiento debe ser transparente y respetuosa de las tradiciones religiosas que se han mantenido por casi tres décadas en la colonia.