Mexicanos sin salud, sin educación e ingresos

Mientras se va conociendo “la falacia de la “inminente” invasión de Rusia a Ucrania, como una trama urdida por los estrategas occidentales, a partir de la información de sus servicios de inteligencia, relativa al próximo reconocimiento del Kremlin a la independencia de dos territorios en el Donbás, la zona oriental más rica de aquel país”, vale la pena detenernos a pensar lo que ocurre en México.

Esta semana, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dio a conocer los datos de su reporte correspondiente a 2018-2020, en donde exhibe la precaria situación en servicios de salud en el país. ¡Ojo aquí ya gobernaba Morena!

De los datos, el 12 por ciento aseguró no estar afiliado o recibir algún tipo de servicio de salud oficial. Otro 49.6 por ciento dijo que le fue negado, o sea no se les atendió justo cuando la situación de la pandemia cobraba miles de vidas. Esto se traduce también en que mil 775 municipios de México no tienen acceso a ningún tipo de salud, por consiguiente, los estados que más carecen de este derecho son Jalisco, Chiapas, Veracruz así como las Sierras y la zona metropolitana del Valle de México.

Además el Coneval presentó los resultados del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en sustitución del Seguro Popular, con la promesa de que tendríamos un sistema de salud como el de Dinamarca. ¿Se acuerdan?

Vaya que todas esas promesas han quedado huecas ante los pésimos resultados pues estamos peor que en los tiempos neoliberales ya que el 15 por ciento de los mexicanos se quedó fuera con la extinción del Seguro Popular y por ende del nuevo instituto.

Pero a la salud se le suma un golpe más en plena crisis sanitaria: la educación. Es por todos conocidos que la pandemia ha traído consigo un grave rezago educativo del 75 por ciento, lo que equivale a volver tres ciclos escolares. La lógica respondería a más apoyo a la educación.

Pues para Morena eso tampoco es prioridad ya que lo anunciado desde el 2019 con respecto a la desaparición del programa Escuelas de Tiempo Completo para este año 2022 ya es una realidad. En el Presupuesto de Egresos 2022 no se le destinó ningún recurso pese a que el programa emblema de la Cuarta Transformación “La Escuela es nuestra” recibió 14 mil millones de pesos más que en el 2021 pero no destinó ninguno para el programa antes mencionado dejando sin educación y sin trabajo a 3.6 millones de niñas, niños y sus familias, además de docentes que laboraban en estas instituciones.

La educación y la fuente de trabajo no fue lo único que se le quitó a los maestros y alumnos, también la oportunidad de consumir un alimento ya que en estas instituciones se les brindaba la primer comida del día, para muchos de las pocas oportunidades seguras para poder alimentarse. Pues eso no bastó para los que dijeron que serían el cambio porque de un plumazo quitaron la posibilidad a los niños de alimentarse y educarse; a los maestros de tener una fuente de trabajo así como un ingreso extra por la extensión del horario laboral y a los padres de familia de tener un lugar seguro dónde dejar a sus hijos mientras ellos se encuentran trabajando. A todos ellos se les afectó.

Estas dos carencias forman parte de las mediciones o parámetros que el mismo Coneval toma en consideración para dar a conocer el incremento de la pobreza, en ese mismo sentido esta semana también la misma institución dio a conocer la pobreza laboral del último trimestre del 2021 muestra una recuperación del empleo de 40.3 por ciento comparado con el anterior de 40.7 por ciento.

Sin embargo, estas cifras no pueden ser suficientes para decir que la pobreza está disminuyendo, pues si se compara con el primer trimestre del 2020 el cual fue previo a la pandemia, la falta de empleo afectaba al 36.6 por ciento de la población, pero al final del 2021 había 5 millones 511 mil 194 personas más que no cuentan con un empleo desde hace más de un año y ni hablar de aquellos que se pagan muy por debajo del salario mínimo.

Estos acontecimientos se han dado a conocer en tan solo una semana, lo que nos advierte que la crisis en la que nos encontramos es severa y no se observan soluciones concretas e inmediatas además de demostrar una vez más que la famosa frase de “primero los pobres” es mera politiquería vacía, esa misma de la que se queja el presidente Andrés Manuel, a quien por cierto ya se le acabaron las fuerzas de “transformar” pues también esta semana dijo que “ya se cansó”.