Esta caravana está integrada por migrantes centroamericanos que no sólo huyen de la violencia de grupos criminales como los Mara Salvatrucha, sino de los empleos mal pagados, la pobreza o de la violencia familiar.
Madres solteras con sus hijos en brazos y hasta personas con discapacidad llegaron a la iglesia de La Asunción de Puebla a pedir alimentación y revisión médica tras más de dos semanas de caminar, correr y pidiendo un \"aventón\" o charolear, como lo han llamado, en busca del sueño americano.