¿Es verdad que el gobernar no tiene mucha ciencia?

¿Es verdad que el gobernar no tiene mucha ciencia?

El pasado 1º de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), celebró su triunfo en las elecciones de 2018 en el Zócalo de la Ciudad de México. A pocos meses de aquel triunfo, en un mitin celebrado en Tampico, Tamaulipas, hizo la promesa de que México tendría un servicio médico “de primera”, similar al de países como Dinamarca o Suecia. A finales de enero de este año, no sólo reiteró su promesa, sino que la superó. En una gira que hizo por el estado de Michoacán, declaró que antes de que concluya su sexenio, aunque sus adversarios se burlan, pues “dicen que dije que va a ser un sistema de salud como el de Dinamarca. No, ahora lo estoy pensando mejor y no va a ser como el de Dinamarca, va a ser mejor que el de Dinamarca” (politica.expansion.mx 27 de enero de 2023).

En esa misma visita, agregó: “No va a haber límite de presupuesto, es lo que se necesite para tener un sistema de salud de primera”. Como muchos mexicanos hemos podido constatar, el presidente ha mentido en no pocas ocasiones en varios asuntos, algunos de ellos bastante delicados, como ha sido, precisamente, el de la salud. Baste recordar su concepción acerca de la pandemia de Covid-19 y sus triviales recomendaciones para cuidarnos, el ocultamiento del verdadero número de muertes que causó, la saturación de hospitales, la falta de respiradores y del material más elemental para médicos y enfermeras. Y ahora, a 15 meses de que concluya su mandato, como si se tratara de elegir entre dos pares de zapatos, afirma “No, ahora lo estoy pensando mejor”, vuelve, pues, a mentirle a sus gobernados prometiendo, una vez más, convertir el pésimo sistema de salud del que son víctimas millones de mexicanos, en uno mejor del que existe en Dinamarca. Y si no miente, entonces que nos diga cómo piensa cumplirlo en poco más de un año, si en cinco años de gobierno no ha logrado hacerlo.   

Pero eso no es todo. Aquello de que no habrá límite de presupuesto para lograr ese objetivo, es una mentira más. El 1º de junio, el Diario Oficial de la Federación publicó la cancelación de 33 Normas Oficiales Mexicanas (NOM) relacionadas, precisamente, con los servicios de salud, supresión que días antes había anunciado el presidente López Obrador. De acuerdo con la Secretaría de Salud, las NOM “son regulaciones técnicas de observancia obligatoria en México, que tienen como finalidad establecer las características que deben reunir los procesos o servicios cuando estos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana”, normas que deben someterse a un análisis cada cinco años para decidir si algunas de ellas deben modificarse, ratificarse o cancelarse. Ponga mucha atención, amigo lector, pues se trata de la supresión para atender padecimientos o enfermedades extendidos en nuestro país, varios de ellos graves.

Entre las NOM canceladas, destacan las siguientes: el control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama, que es la primera causa de muerte en mujeres de entre 20 y 50 años, por lo que la cancelación deja a millones de mexicanas en la incertidumbre respecto a diagnósticos y tratamientos de este tipo de cáncer. El tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer cérvico uterino, del que cada año se registran alrededor de 9 mil 400 nuevos diagnósticos y alrededor de 4 mil fallecimientos. El control de la diabetes mellitus, enfermedad crónica que en el 2020 causó la muerte de poco más de 151 mil personas y que en 2021 hizo que México se colocara en el séptimo lugar de los diez países con mayor número de diabéticos, con 14 millones 100 mil, siendo además una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores. La epidemiología y promoción de la salud sobre el crecimiento prostático benigno (hiperplasia de la próstata) y cáncer de próstata, del que cada año se registran más de 25 mil nuevos casos y 7 mil muertes. El control y vigilancia de la obesidad; en 2022, nuestro país ocupó el quinto lugar en obesidad en el mundo, con un pronóstico alarmante para la siguiente década. De la hipertensión arterial sistémica; la osteoporosis, enfermedades bucales, la tuberculosis, la lepra y el cólera; la teniasis/cisticercosis, infección que se adquiere al ingerir quistes de tenia (conocida como solitaria) y que afecta principalmente a quienes no cuentan con agua potable ni con servicios sanitarios, que en México suman millones, por lo que se contagian fácilmente por el agua y alimentos contaminados, así como por el contacto con material fecal infectada, dañando el cerebro, los músculos y otros tejidos.

La cancelación de las NOM, se traducirá en un incremento de enfermedades graves que ya no se tratarán y, por tanto, en una mayor mortandad de la población. Interrogado sobre este gravísimo hecho, el presidente López Obrador, que ha dicho gobernar con el pueblo, respondió: “Acerca de lo de las normas, te aseguro que la gente ni sabe. Ese es un asunto de una cúpula de gente que está metida en el comercio de los medicamentos”, asegurando que el asunto es la regulación de medicamentos para evitar la venta en línea de algunos fármacos. ¿Será verdad? Francamente, no lo creo. ¿Qué tiene que ver, por ejemplo, la vigilancia epidemiológica del cáncer de mama o del cáncer cérvico uterino con el comercio de los medicamentos? Nada, pues dicha vigilancia es uno de los instrumentos de salud pública de mayor aplicación en el mundo para llevar el registro sistemático de las enfermedades, ubicarlas geográficamente y conocer su frecuencia y tendencias. Además, maneja de manera engañosa sus argumentos, pues se cuida bien de decir que la gente -la minoría, por cierto- se ve obligada a comprar en línea los medicamentos que necesita, simplemente porque en las farmacias del sector salud no los hay. ¿Dónde quedó, pues, aquello de que “tenemos que garantizar atención médica de calidad y medicamentos gratuitos a toda la población”? Quedó, como vemos, en puras declaraciones impresas y en grabaciones de sus mañaneras.

 

Ciudad de México, a 8 de julio de 2023.