Analizan en la UACh la problemática actual del campo mexicano y sus retos ante la globalización
Texcoco, Edomex.– En el marco de la Semana de la División de Ciencias Económico-Administrativas (DICEA), el Comité Local de la Asociación Nacional de Economistas (ANEE) Chapingo llevó a cabo el conversatorio “La Problemática Actual de la Agricultura Mexicana”, un espacio de reflexión crítica sobre los desafíos estructurales del sector agropecuario.
El evento, celebrado el martes 11 de noviembre en el Auditorio Edmundo Flores y moderado por el M.C. José María Contreras Castillo, contó con la participación de destacados académicos, entre los que sobresalió la intervención del Dr. Abel Pérez Zamorano, quien presentó una profunda reflexión sobre el tema.
En cuanto a la paradoja nacional: Riqueza Natural vs. Dependencia Alimentaria, el Dr. Pérez Zamorano inició su exposición destacando la vasta riqueza natural de México: un país megadiverso, con millones de hectáreas cultivables y una gran variedad de suelos. Sin embargo, alertó que estas ventajas se encuentran seriamente amenazadas.
El investigador enfatizó la grave contradicción que vive el sector: mientras México se posiciona como el séptimo exportador mundial de alimentos, simultáneamente profundiza su dependencia alimentaria. “Hoy importamos el 80 por ciento del arroz que consumimos, el 55 por ciento del trigo y un alarmante 90 por ciento del maíz amarillo, cifras muy superiores a las de la década de los 90”, expuso.
En cuanto al minifundio y atraso tecnológico y los lastres de la productividad, mencionó que el corazón de la problemática, según el análisis presentado, radica en la estructura agraria fragmentada y el atraso tecnológico. El Dr. Pérez Zamorano reveló que la unidad de producción promedio en México es de apenas 3.5 hectáreas, en contraste con las casi 200 hectáreas de Estados Unidos. Este minifundio impide las economías de escala y la adopción de tecnologías avanzadas.
El 85 por ciento de la producción agrícola se realiza con tecnologías de baja intensidad. Solo el 29 por ciento de las unidades productivas utiliza sembradoras, mientras la mayoría aún depende de herramientas manuales”, detalló. Esta brecha tecnológica se traduce directamente en menor productividad y costos más elevados, haciendo a los productores mexicanos poco competitivos frente a las importaciones subsidiadas.
Como conclusión, el experto hizo un llamado urgente a una reforma estructural del sector que priorice el mercado interno, la soberanía alimentaria y la producción de básicos. Entre las propuestas clave se encuentran la de reorientar y aumentar la inversión en investigación científica y tecnológica, promoción de la producción nacional de maquinaria, fertilizantes y semillas e incrementar y redirigir el gasto público hacia la infraestructura productiva.
El conversatorio dejó claro que, sin un cambio de modelo que enfrente estos desafíos estructurales, la paradoja de un campo mexicano rico, pero con hambre y dependiente seguirá perpetuándose.