Extorsión a productores encarece directamente la canasta básica en el Estado de México
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) alertó que la extorsión que enfrentan productores, transportistas y pequeños comercios en el Estado de México se ha convertido en un costo adicional dentro de la cadena de abasto, lo que impacta de manera directa en el precio final de la canasta básica. El cobro de piso, explicó el organismo, se ha normalizado como un gasto más para poder operar, y termina reflejándose en lo que pagan las familias por los alimentos esenciales.
De acuerdo con su medición más reciente, la canasta básica alcanzó en noviembre un promedio de 2 mil 004.42 pesos, ubicando al Edomex entre las entidades con mayores incrementos. Además, la inflación alimentaria acumulada llegó al 4.12 por ciento, superando a la inflación general y afectando productos que los hogares no pueden dejar de adquirir. La ANPEC señaló que este fenómeno es especialmente grave porque se vuelve un aumento sostenido que erosiona los ingresos mes a mes.
En este contexto, la presión criminal aparece como uno de los factores centrales que modifican la operación diaria de los negocios. Entre enero y septiembre se denunciaron mil 927 casos de extorsión en la entidad, con picos significativos en el primer trimestre. Sin embargo, comerciantes aseguran que la cifra real es mucho mayor debido a que la mayoría de los pagos se realizan sin denuncia, por miedo a represalias y por desconfianza en las instituciones.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC, explicó que la extorsión afecta todos los eslabones de la cadena: desde el productor hasta el negocio que vende al público. La presión, dijo, se ha extendido a tal grado que grupos criminales controlan incluso rutas de distribución y fijan precios según su dominio territorial. Esto eleva todavía más los costos antes de que los productos lleguen al consumidor final, problema que ya se ha documentado en regiones del sur y occidente del país y que representa un riesgo creciente en el Estado de México.
A los efectos del cobro de piso se suma el incremento natural de fin de año, pues productos como cebolla, chile jalapeño, azúcar, tomate verde y gelatina registraron las variaciones más fuertes en el último mes. La ANPEC advierte que diciembre agrega presión adicional debido a productos estacionales como pavo, bacalao o romeritos, y que 2026 iniciará con nuevos ajustes fiscales que afectarán a pequeños comercios y consumidores.
El impacto en los hogares ya es evidente. Estudios recientes sobre hábitos de consumo muestran que, ante el aumento de precios, las familias recortan compras de alimentos de alto valor nutricional —como carne, huevo, frutas y verduras— para mantener consumos habituales como bebidas azucaradas o cigarrillos. Esto reduce la calidad de la dieta y profundiza la vulnerabilidad alimentaria, especialmente en zonas afectadas por inseguridad o bajos ingresos.
Con este panorama, la ANPEC anticipa que la canasta básica seguirá aumentando en 2026, con estimaciones que colocan la inflación alimentaria entre 6 y 8 por ciento al cierre del año. La organización llamó a las autoridades a atender de manera urgente la extorsión, pues sin una estrategia efectiva para frenar la presión criminal, los costos continuarán trasladándose a los consumidores. Mientras tanto, recomendó a las familias priorizar gastos esenciales ante una cuesta de enero que —advierten— será larga y complicada.